El hombre, el hombre orgulloso, investido de una breve autoridad...
Sumamente ignorante de lo que más garantizado tiene,
Su cristalina esencia, como un simio colérico
Hace trucos tan fantásticos ante las esferas del firmamento
que los ángeles tienen que llorar.
(Shakespeare)
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario